Jóvenes ¿hacia donde vamos?, Ominami no pudo responder

Partimos este seminario con la ilusión de recibir respuestas e incentivo para ser parte de las actividades políticas y tener mayor protagonismo en el presente y futuro de nuestro país. Lo que esperábamos eran opiniones de peso con buenos argumentos sobre el porqué de nuestra participación como necesaria y clave para el desarrollo de Chile. En cambio, recibimos propaganda política y cada uno de los invitados prevalecieron los ideales de su partido. Unos limpiaban la imagen del parlamento, otros criticaban a los demás partidos políticos y otro se lamentaba por su comuna. Palos iban, palos venían. Mientras nosotros, sin respuestas a lo que fuimos a buscar. Dentro de los invitados (Carlos Larraín (Pdte. RN), Felipe Berríos (Capellán de un Techo para Chile), Jaime Gazmuri (Senador PS), Manuel José Ossandón (Alcalde de Puente Alto) y Marco Enríquez Ominami (Diputado PS)) el que causó más polémica fue éste último.

Tenía sólo diez minutos que utilizó para: criticar al parlamento por su poca apertura a los temas de debate (por ejemplo el aborto), criticar a Michelle Bachelet y el transantiago, criticar al Presidente de Renovación Nacional, ahí presente, al sentirse ofendido luego de que Larraín habló sobre los hijos nacidos fuera del matrimonio (Ominami es uno de ellos), criticar al Sistema Binominal acusándolo de ser el causante de la poca representatividad política y el deficiente sistema electoral, criticar el presidencialismo abusivo existente en Chile y el problema de lenguaje del poder a la sociedad. Una de las pocas veces que nos nombró (a los jóvenes) no fue para dar soluciones o responder la pregunta para lo cual estaba invitado, sino, más bien, para seguir con sus críticas a la política. “Hay un divorcio entre jóvenes y política y por ello la farándula muestra el descontento hacia la política.” “La política censura y excluye a los jóvenes”

Es decir, según lo que logramos comprender, el diputado dice que la farándula es lo único que interesa hoy a los jóvenes y que, más encima, es la que opaca a la política. ¿Y la solución? ¿No la alcanzamos a escuchar porque se fue antes o no la quiso responder? Luego de una sola pregunta de un alumno se retiró con la excusa de que el seminario terminaba a la 1:00 y porque seguramente tenía una reunión. Dejó cinco manos levantadas y, por lo tanto, cinco preguntas sin contestar.

Sr. Ominami, si usted cree que hacer este tipo de seminario es tan del siglo XVIII porque se hacen las mismas preguntas todo el rato sobre el mismo tema (“los jóvenes y el futuro”), cómo no es capaz de dar una respuesta concreta? Que poco consecuente, no encuentra? En cambio, usted mismo vuelve, una vez más, a dar un paso atrás haciendo críticas sin señalar solución alguna. Como dicen en la cámara: Hemos dicho.

Micaela Valledor

Isidora Varela

Carolina Vargas

Josefina Vargas

Francisca Vergara