Porque Chile tiene festivales...

Así es. Al más puro estilo de Antonio Vodanovic, Chile tiene festival, y no sólo uno, sino que muchos. La primavera trae consigo una serie de festivales dedicados al séptimo arte a lo largo de todo nuestro país. Uno de estos eventos es el ya conocido Festival de Valdivia, el cual este año celebró su cumpleaños número 14. Del 5 al 10 de octubre se llevó a cabo el encuentro cinematográfico a los costados del río Calle-Calle, al cual tuvo en su ceremonia inaugural a importantes actores, productores y directores naciones y extranjeros. En un remodelado Teatro Cervantes, la Ministra de Cultura Paulina Urrutia, señaló que “estamos viviendo una gran momento no sólo de producción, sino que de visión de desarrollo de esta industria, que no sólo está preocupada de producir, sino que también de difundir, de ampliar los mercados y el publico”. Así, el Festival de Valdivia tuvo una amplia programación de películas, terminado sus jornadas con grandes elogios y la sensación de una tarea bien cumplida. Según sus organizadores, se logró el objetivo principal de resaltar la educación, la calidad, entretención y cultura.

No corrió la misma suerte el festival santiaguino SANFIC. Lo más probable es que su poca experiencia - ya que sólo lleva tres años realizándose - le haya jugado una mala pasada. A pesar de los esfuerzos y de la gran cantidad de películas exhibidas, la organización fue un desastre. Los protagonistas de éste fueron la mala proyección, pésima audición y erróneos subtítulos, opacando el festival capitalino. A esto se suma la poca concurrencia de actores nacionales, y a pesar de una campaña publicitaria bien difundida, la cantidad de público no fue la esperada.

Otro festival que está en plena realización es el de la ciudad de Antofagasta, el cual va desde el 9 al 12 de octubre. Este también tiene 3 años desde su realización, pero a pesar de su corta edad, promete mucho por la puesta de diversas muestras y retrospectivas de realizadores nacionales e internacionales.

Por último, en unas semanas más, comienza el legendario Festival Internacional de Cine de Viña del Mar, nacido el año 1967 y reconocido por todos los países de nuestro continente. Éste es un punto de encuentro de la filmografía americana y tiene gran cobertura de la prensa y una importante cantidad de público. El objetivo principal de éste es llevar a la población actividades artísticas, recreativas, educativas y culturales.

Pero… ¿Está Chile preparado para tanto festival? A pesar de que vivimos en un país relativamente pequeño, los festivales cinematográficos no han estado ajenos. Eso si, a estos les queda mucho por mejorar su calidad y, sobre todo, llegar masivamente a la población, de manera que los chilenos se involucren realmente con actividades culturales como éstas. Hace falta incentivar a todos los sectores de la sociedad para que participen de ellas. Creo que todo país está preparado para recibir cultura, educación y entretención, pero para que la llegada de ésta sea efectiva, hay que estudiar la forma para que todos nos sintamos partícipes de ella, como lo que ocurre, por ejemplo, con el Festival de la Canción de Viña del Mar. Es bueno que Chile tenga este tipo de eventos, pero lo importante es perfeccionarlos para ir por un buen camino.

Natalia López G.