Otra vez fueron 3

La muerte de Antonioni, Bergman y Serrault, junto con cerrar importantes etapas del cine, confirma una de las muchas creencias supersticiosas del ambiente artístico.

Una vez más se cumplió la superstición del ambiente artístico. Aquella que sostiene que los artistas mueren de a tres y que cuando muere una gran figura de ese rubro hay que esperar el fallecimiento de otros 2.

Esta vez es hora de lamentar la partida de dos reconocidos cineastas como son Ingmar Bergman y Michelangelo Antonioni y del connotado actor Michel Serrault. Estos tres reyes de la cinematografía dejaron a sus fieles seguidores entre el domingo 29, con el fallecimiento de Serrault, y el lunes 30, con la doble partida de los directores Ingmar Bergman y Michelangelo Antonioni. La muerte de estos dos últimos dejo gran tristeza entre los cinéfilos a nivel mundial, los fieles seguidores de sus particulares creaciones. Es curioso que dos artistas tan parecidos se hayan ido juntos. Los dos se dedicaron a filmar películas de gran contenido, muy cercanas al cine arte y por eso no eran masivamente populares. No es fácil comprender las cintas de Bergman y Antonioni y, quizás por eso mismo, eran los favoritos de la crítica.

Para entender mejor la importancia y el por qué el séptimo arte se viste de luto, es necesario hacer un acercamiento a la vida de estos grandes creadores de magia que mantuvieron entretenidos y cautivados a diferentes públicos por largas décadas.

El pesimista

Uno de nuestros primeros iconos difuntos y quizás uno de los más destacados es el director de cine sueco Ingmar Bergman, el cual nos dejó a los 89 años de edad. Bergman fue uno de los más grandes cineastas de la historia, dejando un legado de 54 películas y 126 obras de teatro en 60 años de carrera.

Lo más característico de Bergman era su mirada pesimista de la vida. Muchos dicen que la heredó de su padre, junto con la religión, los sentimientos de culpa y la búsqueda de redención. Él siempre agradeció este aspecto de su personalidad ya que mantuvo en él una infelicidad que lo llevó a rebelarse y caer en el fantástico mundo de las artes, al ser éste su único medio de escape.

Se destacó por realizar un cine profundamente personal y basado principalmente en historias de su familia, sus amores y en la lucha de sexos. Este cautivador sistema lo llevó a ganar grandes premios tales como la Palma de Oro de Cannes.Algunas de las producciones son "El séptimo sello", "Fresas salvajes", "Persona", "Sonata otoñal".
Su búsqueda de algo que le permitiera aliviarse del pesimismo empezó en 1937, cuando comenzó sus estudios de literatura, pero los cambió rápidamente por el teatro. En el cine partió como guionista y de inmediato ganó el Gran Premio del Festival de Cine de Cannes. En 1945 comenzó a dirigir.

En lo personal Bergman no perdió el tiempo: se casó 5 veces, y siempre tenía además una que otra mujercita escondida por ahí. Pero su gran amor fue su última esposa: Ingrid von Rosen, la cual falleció pronto, dejando un enorme hueco en su corazón.
Tristemente, en los años 80 se despidió de la pantalla grande, cerrando el ciclo de cineasta con la producción "Fanny y Alexander" (1982)

El retratista social

Para continuar la historia de estos artistas que han dejado su profunda huella en el recuerdo de tantos admiradores, tenemos al no menos connotado y también cineasta italiano Michelangelo Antonioni. Murió a los 94 años de edad, en la tranquilidad de su hogar, por muerte natural. Dentro de sus títulos más reconocidos están “Blow up”, "La noche", "La aventura" y "El desierto rojo"
Antonioni era marxista, pero los protagonistas de sus producciones solían ser miembros de la clase acomodada, la misma a la cual él pertenecía originariamente, pues nació en el seno de una familia de terratenientes italianos. En sus películas representaba los problemas y angustias del hombre moderno. Los críticos destacan sus buenos retratos sociales y del interior humano.
Michelangelo estudió economía, pero su gran pasión siempre fueron las artes. Cuando puso el primer pie en ese mundo, realizó un documental de un hospital psiquiátrico y terminó tan traumado que se alejó por algunos años del rubro. Al cumplir los 27 años no pudo seguir retirado de su pasión y comenzó a desarrollarse como crítico de cine y como técnico de grandes directores.
Pero la consagración de este grande del séptimo arte no llegó hasta 1960 con la creación de "La aventura".
Hacia1985 una parálisis cerebral lo dejó con dificultades para moverse y hablar, pero debido a su gran capacidad y madera para el rubro ese mismo año la Academia le entregó un Oscar honorífico.

Es muy cierta la afirmación que realizan algunos conocedores de estos personajes al decir que el cine no comercial, o sea no esas mega producciones hollywoodenses que sólo se hacen para recaudar millones, no hubiera sido lo mismo sin ellos.

El cómico

El tercer artista que quedará para siempre en la memoria de sus seguidores, especialmente por la cantidad de risas que provocó en el mundo, es el francés Michel Serrault. Nació en el seno de una modesta familia cristiana y en su adolescencia siguió estudios religiosos, pero siempre se sintió atraído por el oficio de payaso. Terminó por convertirse en un destacado actor cómico de teatro, cine y televisión. Logró consolidarse como actor y llegar a la fama en 1978, con la comedia "La jaula de las locas", en la cual se desempeñó como un divertidísimo y tierno homosexual. Este actor trabajó en 135 películas y ganó 3 premios César.
Serrault murió a los 79 años, por el desgaste que le provocó un cáncer contra el cual luchó los últimos años de su vida.

La triste partida de estos tres ilustres de la pantalla no se borrará fácilmente del corazón ni la memoria del fiel público que, fascinado, repletaba los cines.
Este trío de sujetos crearon películas que inspiran, inspiraron y seguirán inspirando a generaciones de directores y telespectadores.

Fernanda Villalobos D.